martes, agosto 14, 2007

Todos tus agostos

Cuando se fue, era el día de mi cumpleaños. Cuando te fuiste, aun no sabía nada de la muerte. Cuando te fuiste tú, tampoco había aprendido demasiado. Cuando él os acompañó, fue un alivio gris de cenizas en el vestido. Ahora, que ha vuelto el verano, y con él tu figura a rayas y sombrerito, tampoco es mucho lo que sé. A veces, te veo de vuelta, con ese aire confuso que da la muerte. Tan distinto del día en que te vi. Te observé despacio entre la madera y el reguero de hormigas. Cada hormiga con un pésame en los párpados. Los había de toda clase, pero siempre sonaban al mismo idioma en carácteres chinos. Te observé despacio, tan despacio, que por poco devoro tu imagen convertida en cera. Toda la habitación flotaba en un aire espeso, irrespirable. Las emociones enrarecidas se confundían con el parloteo de la gente. No entendí nada. Ni lo que decían, ni lo que hubieran debido decir, o mejor callarse, porque aquello me parecía un circo bien intencionado. Tan distinto de lo que eras, tan diferente de lo que hubiera querido para ti. Supe que ya no estabas, no quedaba nada en ese muñeco grotesco que cerraba los ojos a la fuerza. Recé. Yo que cuando me llevabas a misa de la mano, sólo acertaba a mover los labios con un guiño de desconcierto. Recé. Supe que lo hubieras querido, supe que esa era la única forma de ayudarte a marchar. Ahora, que la isla se parece tanto a tus agostos, vuelves como todos los años con ese deje para ayudarme a crecer. Entonces, no lo sabía. No fui capaz de entender tu mensaje, el mensaje que tal vez ni sabías guardabas para mí. Vuelves con una certeza, probablemente la única, y yo sé que hoy suena absurdo aunque los dos sepamos a qué me refiero, hablar de fe.

6 comentarios:

Antonio Mundaca dijo...

hay cosas que sòlo dos pueden saber.

claradriel dijo...

Aprendemos, Clara, con muertes y amores, con adioses y abrazos de bienvenida.

Y sí, hay cosas que están aún sin ser presentes.


A veces, el viaje más largo es la distancia entre dos personas...

...pero qué bonito llegar.

Mil besos de mar, que ahora compartimos.
Te quiero.

Maine dijo...

Me han impresionado tus palabras. Y me ocurre pocas veces.

Luna dijo...

Princesa, tu post es precioso, como me encantaría estar contigo este agosto...

yo creo que todos estamos bien donde estamos,simplemente por que es el sitio que nos corresponde en cada momento.

Y del pasado hay que quedarse con poquitas cosas que si no pesa demasiado la maleta, sobretodo la experiencia y los buenos recuerdos y tú de buenos recuerdos tienes muchos, incluyendo cenas en sa caraba y un boslo de coco!

Te quieo kitty, me encanta que compartamos los mismos zapatos ya sean los de Zara como los de la vida misma

Mil carantoñas made in France

Tu inquilina dijo...

Que bonito post clara, que bueno que sigas sorprendiendome, que bueno que seas capaz de ser asi de sinera, que bueno que quede gente con capacidad para sentir..
Beso enorme,
Gris

botas de agua dijo...

el texto me ha impactado doblemente: me gustó mucho el estilo... y me desarmó la temática. me acerca a un pasado no tan lejano. ánimos. saludos