sábado, marzo 03, 2007

Cíclopes

Se me olvidó la canción del Cíclope
pero todavía hoy
si miro,
puedo comerte los ojos
en un trazo libre de moral.

Se me olvidó París,
y ese final con perdices tuertas y beso
que dibujaban las niñas
en un pupitre más grande
de lo que sería el mundo después.

Pero todavía hoy
si toco,
puedo romperte la piel a páginas
de un cuento sin moraleja
siempre a punto de empezar.

7 comentarios:

Antonio Mundaca dijo...

hay una constante contigo, siempre todo esta a punto de empezar mientras sucede.

Anónimo dijo...

a pesar de lo angustioso del verbo elegir, me quedaría con este texto, de todos los que he leído a este lado del espejo desde que te conozco.

Un beso guapa... porque aquí no se acaba el cuento, aún no es la hora del colorín colorado.

((ya no soy greta))

Anónimo dijo...

Te quiero

Alice ya no vive aquí dijo...

Mejor los comienzos siempre constantes que los finales de diseño cosidos entre ingenuidades que sabemos tan frágiles como inciertos.

Anónimo dijo...

ciclopes... como un capitulo corto de quien sabemos... del otro lado del espejo se ve una sonrisa... unos ojos como neónes parpadean dando señales de vida... se ven desde aca... del otro lado del mundo... un beso amiga.

Nicolás dijo...

se me olvidaba... cree uno de estos... date una vuela...

espiralproscrita dijo...

se me olvidó volver, pero he recordado el camino de vuelta a casa.
No sé si me estarás esperando todavía, no sé si aún calientas el hueco del otro lado de la cama...
pero voy a ganarme el terreno que te sobra entre las piernas a manos llenas...
un jodido placer, leerte.
Un beso