miércoles, marzo 14, 2007
De pronto tu cuerpo como una de esas cosas que llegan sin hacer ruido. Esa forma de hacer el amor con tierra entre las uñas, aunque parezca que no, aunque parezca que se sigue un tempo de cortesías y pliegues suaves con lluvia y motas de polvo. No es cierto, ella sabe que es un pacto en guerra (siempre un poco santa, lo justo), que trasciende las bocas y a esta ciudad que no entiende nada de sexo, ni de luces cerrando los párpados de un día que no se distingue (ni lo pretende) del anterior o del que está a punto de venir con el mismo ruido bajo mano. Ella arquea la espalda, lo hace en el momento exacto y aunque muerda el pañuelo, sabe bien que no se trata de rendirse, más bien redenciones feroces que trascienden las bocas y a esta ciudad que no entiende nada de sexo, ni de luces cerrando los párpados de un día que no se distingue (ni lo intenta) del anterior o del que está a punto de venir con el mismo ruido bajo llave.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
11 comentarios:
tu en todas direcciones, ùltimamente.
Una manera exacta de describir una hipérbole de placer
"Esa forma de hacer el amor con tierra entre las uñas..." y qué manera de contárnoslo, niña.
Un beso
Y si no importase que la ciudad no entienda de sexo? Y si basta con ser dos?
Un PLACER leerte...
Sexo es leerte...
Y leerte es sexo...
¿No piensas regalarnos tu regreso? :-)
vuelve, anda...
;-)
Solo por la primera frase te quiero.
Qué coño, te quiero tanto.
Celoso alguien??
=)
Siempre releo este post, y nunca digo nada...
¿Te has quedado atrapada al otro lado del espejo?
¿He de traer a mis rusos para cargármelo y que puedas salir?
Desertora... :-P
guuuaauu
que manera de contarlo
Publicar un comentario