viernes, abril 11, 2008

"71 fragmentos de una cronología del azar", Haneke

Si Lars Von Trier nos da de comer su cine a puñetazo limpio. Tan amigo de las vísceras y el drama más catártico (véase la casquería como una metáfora). Haneke, prefiere las torturas chinas encubiertas (o sin encubrir). No es "71 fragmentos de una cronología del azar" su película más dura, ni mucho menos, pero sí planean ambos sobre una filosofía de falta de fe absoluta en la humanidad. Por lo menos, es la sensación que me trasmiten. Con cada película de Von Trier, cuando llega el final, sólo nos queda un clavo ardiendo. En verdad, ni eso. En cambio, Haneke, mucho menos explícito, deja que seamos nosotros los que intentemos (si lo logramos) aferrarnos a alguna conclusión. "71 fragmentos" transcurre como ya lo dice su título, a retazos sin aparente conexión. Nos brinda un puzle costumbrista y gris que poco a poco va tomando forma o su espejismo. Y digo espejismo, porque somos nosotros, y siempre nosotros, los que le daremos el reconocimiento último, la aproximación duditatiba. Al terminar la película, y dejar la piezas donde creí que correspondía, empecé a pensar en lo que hay detrás de cada noticia de los medios informativos. Millares y millares de noticas que resbalan sobre nosotros sin llegar a término. Pensé, en qué momento entraba en juego el azar. ¿Podría Haneke haber abierto un periódico por cualquier página de sucesos?. Probablemente, el mensaje, habría sido parecido. Aunque no me parece Haneke, de esa clase de personas que dejan nada a su libre albedrío. Sin embargo, ¿cuál es la verdadera aportación del azar? ¿La vida de esas personas en concreto, en ese preciso momento y en ese preciso lugar? ¿Un gesto inapropiado, un reloj con cinco minutos de retraso, el recorrido de una pistola, cualquier otra cosa?. Es probable que vaya mucho más allá, incluso para mí que nunca creí demasiado en las casualidades. Sin embargo, pienso en cuánto hay de arbitrario en el germen que hace estallar las cosas: las personas, las guerras, la masacre. Ése puede que sea el verdadeo interruptor de la película, y sin embargo, no creo que tenga nada que ver con el azar. En fin, daría para estar reflexionando en bucle durante horas, y lo más seguro, es que no llegase a ninguna conclusión aclaratoria. Lo dejo abierto, como tan bien hace él, y que cada cual llegue al puerto que le corresponda.

6 comentarios:

Maine dijo...

Hacía mucho que no paseaba por aquí... me alegro de tu vuelta :)

claradriel dijo...

Ala, y con dos pelis que no conozco!!


A ver si nos vemos pronto, guapa.
Un beso.

Nicolás Muñoz dijo...

será que se está transformando en una critica de cine?

es aburrido....

pero a usted le sale lindo.

Tu inquilina dijo...

Que bueno tenerte de vuelta bonita..habra que ir a por las pelis y despues volver a opinar :)
Un beso,
Tu inquilina (gris)

claradriel dijo...

...me pongo a pensar en eso de las personas que dejan cosas al azar o no.
Yo lo hago. Aún tengo que pensar hasta qué punto...

rubens comeclavos dijo...

uhm, no había entrado nunca antes y ya me llevo un par de películas
qué delicia
y me gusta cómo dices las cosas
me quitaré el sombrero para saludarla, señorita